EL INODORO

En España, entre el 30 y el 40 % del agua que se consume en el hogar se vierte por el inodoro. Es decir, entre un tercio y dos quintas partes del consumo reflejado en la factura es agua limpia que se ha “tirado”. Aproximadamente de media, cada vez que se acciona la cisterna se arrojan unos 7-10 litros de agua que han sido previamente tratados para su potabilización y como tal se nos ha cobrado. Los modelos más antiguos utilizan más agua de la necesaria entre 10 y 15 litros, valores excesivos. Aunque por fortuna, cada vez hay más inodoros que limitan el caudal expulsado en cada tirada, evitando así un gasto superfluo innecesario. La actual normativa española fija esta capacidad en 9 litros (norma UNE 67-001-88).Pero siguiendo un criterio ahorrador, la capacidad máxima de la cisterna debería estar en 6 litros.

Las cisternas modernas que controlan el caudal expulsado se dividen en dos grupos:

Cisternas de doble descarga

Dejan vaciar la mitad o toda la capacidad de la cisterna en función del uso que tengamos que hacer, de forma que podemos pasar de 3 a 9 litros según convenga.

Cisternas con un sistema de interrupción de descarga.

Permiten escoger al usuario la descarga de volúmenes distintos de agua mediante el paro voluntario de la descarga al volver a pulsar el botón.

Y si lo que tenemos es un wc de los antiguos ¿cómo modificarlo para poder hacer un uso más eficiente?

Hay varias varios sistemas para disminuir el agua empleada en cada descarga:

• Uno de ellos radica en regular el mecanismo para que la cisterna no se llene por completo, ajustando el movimiento ascendente de la boya que pone el tope al llenado.
• Otro, más sencillo sería introducir en la cisterna un elemento voluminoso como un ladrillo o botellas llenas de agua, queda menos volumen de agua disponible para el llenado.
• Instalar un sistema de interrupción de descarga, es algo bastante sencillo, puedes ver cómo se hace en el siguiente video. 
  

En futuros post hablaremos sobre la reutilización de y sobre cómo emplear las aguas grises como agua para expulsar por el inodoro, dándole así un doble uso a las aguas consumidas en el hogar.