Para conseguir un mayor confort en la vivienda es fundamental tener en cuenta la ubicación y condiciones del lugar donde está situada, como por ejemplo las horas de sol que recibe o los vientos dominantes que impactan sobre ella. La orientación del edificio influye de forma determinante en su comportamiento térmico.

El grado de soleamiento en las fachadas en invierno o verano, condiciona de forma determinante el confort térmico. Las fachadas orientadas a Sureste, Suroeste, Este y Oeste reciben la mayor radiación solar; por tanto, en estas orientaciones y en zonas con veranos cálidos, es conveniente disponer fachadas ventiladas.

Es aconsejable que las ventanas con esas orientaciones tengan vidrios tratados para disminuir la radiación solar (vidrios de bajo factor solar), así como protecciones tales como toldos, voladizos, etc. Las ventanas situadas a sur reciben una elevada ganancia térmica en invierno y media en verano, por lo que son muy recomendables para climas fríos. En las zonas cálidas hay que controlar más las ganancias de calor por radiación solar, para ello hay que proteger las ventanas que estén expuestas a un fuerte soleamiento como en las orientaciones este, oeste, sur, sureste y suroeste.

En el caso de protecciones con lamas, se recomienda que sean de piezas horizontales en orientación Sur y de piezas verticales en orientación Oeste.

Por otro lado, las viviendas orientadas a Sur o Sureste son más luminosas y en zonas con inviernos fríos la radiación solar ayuda a ahorrar calefacción.

Además, en las viviendas con ventanas en orientaciones opuestas, se pueden establecer corrientes de aire debido a la diferencia de temperatura o a la acción del viento; lo que permite ventilar los recintos de forma natural y refrescar la vivienda en verano.

En el caso de fachadas alineadas a orientaciones con vientos dominantes coincidentes con las precipitaciones, es recomendable protegerlas de forma especial contra la humedad, debido a su alta exposición al agua.

 También hay que tener en cuenta que la vegetación del entorno de los edificios puede ayudar a mejorar las condiciones climáticas a las que está expuesta tu vivienda, influyendo en diferentes parámetros como la radiación solar , el viento, etc.

Fuente: Instituto Valenciano de la Edificación