Durante los últimos años, el número de instalaciones de aire acondicionado en el hogar ha crecido de una manera considerable. Esto ha provocado que aumente la variedad de tipos de aparatos existentes en el mercado.  Aunque todos ellos tienen una función común: enfriar el ambiente. Esto se consigue utilizando agua o aire para condensar. Los condensadores que usan aire son los más comunes ya que no dependen del suministro del agua y evitan así los problemas relacionados en esos casos como serían las incrustaciones calcáreas o la corrosión. De esta diversidad es de lo que vamos a hablar en el post de hoy, esperando que os pueda servir de ayuda a la hora de decidiros por uno u otro tipo.

Sistemas compactos y sistemas partidos

Los compactos son aquellos con el evaporador y el condensador dentro de una misma carcasa. Los más habituales son los de tipo ventana.

Los partidos tienen dos unidades, la exterior con el condensador y la interior con el evaporador, ambas conectadas por conducciones frigoríficas para que pueda circular el refrigerante. A igualdad de potencia, la unidad evaporadora y la condensadora son mayores en los sistemas partidos, lo que les permite alcanzar mayores rendimientos que los equipos de ventana.

Existe también otra categoría de equipos, la conocida popularmente como “pingüinos”, que son transportables. Hay dos versiones: una que saca el aire al exterior a través de un tubo y otra que tiene una parte con el condensador, que hay que colocar fuera de la zona a climatizar. Los pingüinos son menos eficientes que los equipos de pared.

Sistemas reversibles y no reversibles

Los equipos reversibles son aquellos capaces tanto de calentar como de enfriar el ambiente según convenga, como es el caso de las bombas de calor. Y los irreversibles son aquellos que solamente enfrían.

Los equipos reversibles, son mucho más eficientes e, incluso, en ocasiones, con sólo mantener el aparato en ventilación, intercambiando el aire de dentro de la casa con el de fuera si es más fresco, se consigue un importante ahorro de energía.

Sistemas evaporativos

Éstos no son aparatos de aire acondicionado, propiamente dichos. Pero sirven para refrescar el ambiente unos pocos grados, lo que en muchos casos es más que suficiente. Su principio de funcionamiento se basa en hacer pasar una corriente de aire por una bandeja llena de agua que, al evaporarse, humedece la atmósfera y la enfría. Son idóneos sobre todo para zonas secas de interior. Una de sus ventajas es que su consumo es muy bajo.

Este sería un breve resumen, de las categorías de sistemas de aires acondicionados para al hogar que esperamos os sirva a la hora de determinar cuál es el que mejor se adapta a vuestras necesidades. Y si tenéis alguna duda al respecto, sólo tenéis que hacérnosla llegar a través de nuestro correo.

Un saludo y que paséis el mínimo calor posible¡